Cada día sentimos su cálido abrazo con los rayos del sol, con la suave brisa del viento nos susurra al oído lo importantes que somos para ella, en el vaivén de las olas encontramos su jugueteo sutil con el que nos recuerda que siempre seremos niños, en su biodiversidad y fauna nos brindó la oportunidad de tener compañía y con cada árbol gigante nos cuenta una historia y nos protege.
Los tambores que anuncian su vida están latentes, su fuego apasionado espera en los volcanes, sus colores, sus texturas, sus paisajes sacados de la fantasía, extraídos de la imaginación de un gigante muy creativo y toda su magia, el ver cómo funciona, cómo sobrevive y cómo nos brinda un espacio para desarrollarnos, para crecer, para vivir y para llamar hogar.
La Tierra está rodeada por un misticismo que, lejos de asustar, enamora. Nos enseña que cada día hay algo nuevo, que la vida puede aparecer en los rincones más inesperados, que una simple gota de rocío puede ser la fotografía perfecta y que sus suelos son la superficie adecuada para que echemos raíces.
El 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra, como una forma de recordarnos todo lo bello que disfrutamos cada día, como la manera de concientizarnos para cuidarlo con amor y entrega y como la excusa perfecta para no permitir que se nos olvide la importancia de la tierra en la que vivimos, nuestro hermoso e increíble hogar.
Aún y con toda la belleza que nos regala día a día y siendo la proveedora de hogar y alimento, la tierra es una víctima inocente en la ajetreada vida del ser humano, los mares están llenos de plástico, los bosques cada vez son menos, el calentamiento global hace estragos, nuestro poco compromiso es un actor fundamental en las inundaciones e incendios forestales y la poca conciencia está llevando nuestro único hogar a una decadencia que no podemos permitir.
Está en cada uno de nosotros aplicar acciones pequeñas que detonarán grandes cambios a futuro, una estación de reciclaje, separar residuos, sembrar árboles, compostar los desechos orgánicos, utilizar panales solares, optar por energías limpias o algo tan sencillo como no botar a la calle lo que andás en la mano, puede hacer una diferencia importante y una ayuda relevante para mantener a la Tierra y cuidarla juntos.
En Hotel Punta Leona estamos comprometidos con el cuidado y la protección de la naturaleza, reconocemos la importancia de mantenerla y trabajamos por su conservación a través de diferentes programas que nos caracterizan. Tenemos conciencia ambiental y por eso desarrollamos espacios para la protección de especies que rodean al hotel como la lapa roja.
Además, desarrollamos espacios para la protección de los humedales, mariposas, iniciativas de reciclaje, programas de educación ambiental, conservación de las tortugas marinas, reforestación, cuidado del bosque primario y más acciones de Responsabilidad Social Empresarial fundamentales para la protección de nuestra madre tierra.
Celebremos juntos a la Tierra, pero más allá de eso demostrémosle juntos que estamos dispuestos a protegerla, a respetarla y a disfrutarla de manera sana, en un ambiente de armonía y pensando siempre en que su bienestar es el nuestro.